domingo, 25 de noviembre de 2012

RELACIÓN ENTRE EL TIEMPO DE REACCIÓN Y EL CONSUMO DE ALCOHOL Y DROGAS


RELACIÓN ENTRE EL TIEMPO DE REACCIÓN Y EL CONSUMO DE ALCOHOL
El consumo de alcohol es una de las principales causas de los accidentes de circulación en España.
La alcoholemia es la concentración de alcohol en sangre o en aire expirado, esto es, la cantidad de gramos o miligramos que existen en un litro de sangre o de aire, respectivamente. La máxima concentración en sangre se alcanza entre los 30 y los 90 minutos después de haberse producido su ingestión.
La tasa máxima de alcoholemia que puede alcanzar una persona depende de una serie de variables como:
  • La cantidad de alcohol ingerido: Cuanto más se haya bebido mayor será la cantidad de alcohol en sangre y en aire.
  • El tipo de bebida que se consuma y la rapidez con que se ingiera.
  • Si se ha comido o no.
  • El peso de la persona.
  • Sexo: Dándose las mismas circunstancias, las mujeres suelen reflejar una mayor tasa de alcoholemia.
  • La edad: El consumo de alcohol suele afectar más a los menores de 25 años y a los mayores de 60.
Los efectos más destacables que provoca el consumo de alcohol son:
  • La disminución de los reflejos.
  • Sensación de excitación y sobrevaloración de las propias capacidades.
  • Aumenta el tiempo necesario para reaccionar ante un peligro inesperado. Por lo que disminuye la capacidad para calcular distancias y velocidades.
  • Disminuye la agudeza visual y aumenta la sensibilidad al deslumbramiento.
  • Se pierde el autocontrol: el sujeto se vuelve agresivo e irritable.
  • Los movimientos se vuelven torpes, dando lugar a frenazos, movimientos en zigzag y volantazos.
  • Se presentan problemas de equilibrio y alteraciones en el oído y en el habla
  • Aumenta la resistencia al dolor por el efecto sedante que tiene el alcohol.
  • Se producen alteraciones respiratorias.
  • Falla la memoria y la capacidad de orientación.
  • Produce somnolencia.
-El tiempo de reacción es los segundos que pasan desde que un  conductor ve un peligro hasta que reacciona y pisa el freno. Normalmente suele ser entre 0´5 y 1 segundo. Pero si el conductor ha consumido alcohol este tiempo aumenta.
-La distancia de reacción es la distancia que recorre el vehículo durante el tiempo de reacción
-Distancia de frenado es la distancia recorrida por el vehículo desde que el conductor acciona el freno hasta que se detiene.
-Distancia de detención es la distancia recorrida en total desde que el conductor ve el peligro hasta que el vehículo se detiene.
Cuando se consume alcohol la capacidad de reacción disminuye pero aumenta el tiempo de reacción
TIEMPO DE REACCIÓN BAJO LOS EFECTOS DEL ALCOHOL
·         El aumento del tiempo de reacción se refleja en que, si el conductor está bajo los efectos del alcohol, ese tiempo normal de reacción se alarga por lo que aumenta la distancia recorrida desde que el conductor percibe la señal o el peligro hasta que actúa sobre los mandos del vehículo, ya que la transmisión de las órdenes del cerebro a pies y manos se hace más lenta, se frena más tarde.
·         La reducción en la visión normal se manifiesta en que:
o    Se deterioran los movimientos habituales de los ojos, que permiten el normal reconocimiento de los objetos del entorno.
o    Provoca la aparición de otros movimientos oculares, no habituales, que pueden entorpecer la visión.
o    Se reduce el campo visual, sobre todo cuando hay que dividir la atención entre dos estímulos visuales que necesiten ser analizados a la vez, lo que sucede constantemente a lo largo de la conducción de vehículos.
o    La apreciación de distancias y velocidades resulta falseada  ya que el alcohol afecta al sentido de la vista y es fundamentalmente a través de los ojos por donde se perciben las distancias y la velocidad.
o    El conductor pierde la autocrítica, aumenta la osadía y sobrevalora sus propias capacidades, por lo que desprecia los riesgos y peligros.

Mi opinión es que la gente debería responsabilizarse más con este tema y no conducir bajo los efectos del alcohol ya que no solo se pueden perjudicar a sí mismos sino que pueden perjudicar también a otras personas, atropellándolas o chocando contra otro coche. Y por ejemplo cuando la gente sale de fiesta puede utilizar el transporte público como el taxi o que una persona del grupo se comprometa a no consumir alcohol para poder conducir.

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