Velocidad de reacción
La velocidad de reacción está formada por la rapidez
de formación y la rapidez de descomposición. Esta rapidez no es constante y
depende de varios factores, como la concentración de los reactivos, la
presencia de un catalizador, la temperatura de reacción y el estado físico de
los reactivos. Uno de los factores más importantes es la concentración de los
reactivos. Cuanto más partículas existan en un volumen, más colisiones hay
entre las partículas por unidad de tiempo. Al principio, cuando la
concentración de reactivos es mayor, también es mayor la probabilidad de que se
den colisiones entre las moléculas, y la rapidez es mayor. A medida que la
reacción avanza, al ir disminuyendo la concentración de los reactivos,
disminuye la probabilidad de colisión y con ella la rapidez de la reacción. Para
medir la rapidez de una reacción necesitamos medir la cantidad de reactivo que
desaparece por unidad de tiempo o la cantidad de producto que aparece por
unidad de tiempo. La rapidez de reacción se mide en unidades de
concentración/tiempo.
Para que una reacción química tenga lugar es
necesario que esté favorecida termodinámicamente, pero también es necesario que
se dé a una velocidad suficiente. Por ejemplo la combustión del fósforo de una
cerilla es un fenómeno rápido, pero el fósforo permanece en contacto con el
oxígeno del aire sin alterarse, a menos que el calor del roce inicie el
proceso.
En algunos casos interesa acelerar las reacciones
químicas, como en los procesos industriales de fabricación de productos. En
otras ocasiones interesa retardar los procesos, como en la conservación de
alimentos.
Existen diferentes factores que pueden afectar a la
calidad de los alimentos. Para evitarlo y prevenir posibles intoxicaciones se
utilizan diferentes métodos de conservación de alimentos. Estos método se
clasifican en:
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Conservación por frío
Refrigeración: se produce un descenso de la
temperatura, lo que reduce la velocidad de las reacciones químicas y la
proliferación de los microorganismos.
Congelación: se aplica una temperatura inferior a
0ºC, haciendo que parte del agua del alimento se convierta en hielo.
Ultracongelación: consiste en descender la
temperatura del alimento mediante diferentes procesos como aire frío, placas o
inmersión en líquidos a muy baja temperatura, etc.
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Conservación por calor
Escaldado: consiste en un paso previo a la
congelación de algunos vegetales para mejorar su conservación. Las verduras,
una vez limpias, se sumergen en agua hirviendo; posteriormente se envasan en bolsas
de congelación, al vacío.
Pasteurización: consiste en la aplicación de calor
durante un tiempo determinado a temperaturas alrededor de los 80ºC. Así se
inactivan los gérmenes aunque no se inactivan sus esporas.
Esterilización: Se aplica al alimento temperaturas
que rondan los 115 ºC. Este proceso elimina los gérmenes y las esporas.
-
Métodos químicos
Salazón: se trata de la adición de sal más o menos
abundante, de forma que la sal capta el agua provocando la deshidratación del
alimento. De esta manera se evita la proliferación de microorganismos.
Ahumado: es una mezcla de desecación y salazón.
Acidificación: es un método basado en la reducción
del Ph del alimento que impide el desarrollo de microorganismos. Por ejemplo el
vinagre.
Escabechado: es un conjunto de sal y vinagre. El
vinagre aporta su acción conservante gracias al ácido acético, y la sal
deshidrata el alimento.
La adición de azúcar cuando se lleva a cabo a
elevadas concentraciones favorece la protección de los alimentos contra la
proliferación de los microorganismos.
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Otros métodos de conservación de
alimentos
Deshidratación: todo proceso que implique la pérdida
de agua.
Liofilización: se basa en una desecación donde se
produce el paso de sólido a gas sin pasar por el estado líquido. Consiste en
eliminar el agua de un alimento congelado aplicando sistemas de vacío.
Desecación: se aplica una extracción de humedad que
contiene el alimento en condiciones ambientales naturales.
Envasado al vacío: este método se utiliza para
extraer el aire que rodea al alimento. Se introducen en bolsas de plástico
destinadas para ese fin y se extrae la mayor cantidad de aire posible.
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Aditivos alimentarios
Los aditivos son sustancias que se añaden a los
alimentos para que estos mantengan sus cualidades, o para potenciar o recuperar
algunas que se han perdido durante el proceso de elaboración. Se trata de
sustancias que dificultan o impiden el desarrollo de los microorganismos.
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ResponderEliminarLa gestión de un manuscrito de 250 páginas es muy diferente de la gestión de un ensayo de dos páginas. Saber algunas cosas básicas sobre la organización de documentos grandes significa aprender un poco más sobre el software de procesamiento de textos.
estaria perfecto pero no incluye la relacion de la velocidad de reaccion con la conservacion de alimentos
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